Nuestro sitio web utiliza cookies propias para facilitar sus ulteriores visitas al sitio web y para computar el número de usuarios que acceden a él. Únicamente serán utilizadas en el momento en el que el usuario dé su consentimiento explícito haciendo click el botón 'Aceptar Cookies'


Aceptar cookies   
Consultoríadigital
Laboratoriocreativo
Portada > noticias > quien-regala-bien-vende-si-quien-recibe-lo-entiende >

Quien regala, bien vende, si quien recibe lo entiende

jueves, 11 de septiembre de 2014

"Songs of Innocence", el último disco de U2, de libre descarga hasta el de 13 octubre.

Como ya hicieron otros y también ellos, aunque en modo encubierto, con sus anteriores trabajos, (cuando de repente, te llegaba un enlace de un amigo indicando que el disco se había "filtrado" y ahí lo tenías para descargarlo gratis). U2 se mete de lleno en la filosofía que impera en este y otros sectores hoy día: "Quien regala, bien vende…". Durante años, muchas grandes empresas (Google es el ejemplo más claro) han estado "regalando" servicios, democratizando el acceso a mapas globales, aplicaciones, y es algo que les está reportando beneficios enormes a medio plazo.



Y es algo que siempre he dicho: el que hoy día se tenga acceso a descargar un disco completo de un artista incipiente, y que en semanas consiga cientos, quizá miles de descargas siempre ha sido visto (o nos los han querido hacer ver) como un desastre para la discográfica (pues, según su perspectiva, ha dejado de vender cientos, quizá miles de discos) pero a los ojos de un profano en música pero experto en marketing y comunicación la cosa cambia: para él no son cientos o miles de discos que has dejado de vender sino cientos o miles de potenciales futuros clientes a los que ha llegado una prueba gratuita de tu producto de forma barata (sin gastar en publicidad!).



Además, un experto en ventas te dirá que un elevado porcentaje de las personas que descargaron el disco "ilícitamente" nunca hubieran comprado el disco, por lo que no puedes considerarlo como pérdida. Y es que, posiblemente, esto sea una simple elección: eliges gritar a los 4 vientos que te hundes por culpa de esos cientos o miles de personas que se descargan tu disco (o tu libro) o bien cambias el chip y lo ves como una oportunidad para transformarlos en clientes. Juegas, además, con algo muy valioso a tu favor: son público que ha ido a tí y no al revés.



¿Demonizarán ahora a U2 los agoreros, entre ellos muchos de los dirigentes de entidades gestoras de derechos autor, que durante años han estado anunciando nada más y nada menos que el fín de la música por culpa primero de los CDs grabables y de internet luego, o seguirán todos este camino? Yo creo que lo segundo, porque, aunque a U2 se les critique hasta la saciedad por su íntima relación con los negocios, la mercadotecnia, las grandes firmas, atacando a la línea de flotación (centrándose en las supuestas carencias de su "arte" a estas alturas de la película), al final, por mucho que intentemos maquillarlo, se trata de un negocio y, si a ellos les va bien, pues 100 habrá que sigan sus pasos.



Está claro que el contrato entre Island R. y Apple/iTunes habrá sido lo suficientemente ventajoso para Island/U2 para que, ya sólo por eso, merezca la pena la operación. Pero lo mejor vendrá cuando se comuniquen los resultados de ventas del disco a partir del 13 de octubre, ya que, según las leyes agoreras del fin de la música, no venderán ni un sólo disco (ya que ya lo han regalado).



Veremos si se entiende.



Songs of Innocence disponible en iTunes